La última etapa del viaje por Perú lo dedicamos a zona de costa.
En primer lugar nos dirijimos a la ciudad de Trujillo pero decidimos hacer noche en el pequeño pueblo de Huanchaco, a 15 minutos en guagua, ya que bastante gente nos lo había recomendado. Y, la verdad, que no tiene nada de especial. Mucha costa aunque muy poca playa y, eso sí, cerca de las famosas ruinas de Chan Chan. A pesar de esto el lugar atrae a muchas turistas y surfistas.
Varios días después continuamos con destino al aún más turístico Máncora. El pueblo ofrece un buen clima durante todo el año, una larga playa, aunque esperábamos bastante más de ella y, mucho ruido, porque las discotecas, bares y restaurantes no paran con la música. Igualmente que el anterior, atrae a muchos turistas, surfistas y amantes del kitesurf.
Anécdotas: Si no puedes con ellos, únete a ellos! así que nos fuimos de marcha...después de dos mojitos y visto el ambiente infantil, abortamos misión, a intentar dormir.
Hostal: "Bako". Ubicado al lado de la playa y, también, de una discoteca.
Ruinas Chan Chan
Huanchaco
Máncora
Máncora
Máncora
Máncora
Adiós Perú
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